Hasta hoy todos pensábamos que lavarse el pelo con cierta frecuencia hacía que se ensuciara más rápidamente. Hoy os descubrimos que esto es un mito. Veamos qué dicen los expertos acerca de esta controvertida pregunta y su no menos controvertida respuesta.
Y es que es mucho más que probable que hayas escuchado esta frase más de una vez: Cuanto más te lo laves, más se te va a ensuciar. Especialmente si eres tú quien comenta que te lavas el pelo con frecuencia. Ya que existe la creencia popular de que cuanto más se distancian los lavados menos engrasado se encontrará tu pelo.
En cuanto al saber popular e incluso profesional, podemos decir que existe diversidad de opiniones acerca de establecer una estandarización de la frecuencia de lavado. Hay quienes aseguran que cuando lo lavas con menos frecuencia tu pelo se ve más saludable, mientras que el bando contrario opina que aplicar champú a diario es el camino correcto.
Famosas como Jennifer Aniston aseguran lavar su melena cada dos o tres días mientras que Kim Kardashian aseguró en Intothegloss que lo hace cada cinco. Selena Gómez dijo en su día que deja pasar cuatro días, mientras que Caroline de Maigret lo hace cada dos jornadas y Alexa chung, lo enjabona a diario.
Lo que dicen los especialistas.
Estilistas y expertos coinciden en que lavarse el pelo, aunque haya sido un quebradero de cabeza desde los albores de la humanidad, es un paso más que necesario para su correcto mantenimiento y dejar pasar demasiado tiempo entre lavados puede resultar incluso perjudicial.
Según la opinión de la medicina, lavarse el pelo con frecuencia no implica en ningún caso, que se engrase más a menudo. Además de echar por tierra este mito tan asentado en la creencia popular, los especialistas capilares destacan que cuando se limpia la melena, se eliminan las sustancias contaminantes que llevamos acumuladas durante el día en nuestro cuero cabelludo.
Lo mismo opina Marina Marañón, farmacéutica y formadora de Klorane y René Fureter, quien anima a lavarse el pelo cada vez que creamos que lo necesitamos. Eso si, con un champú adecuado y sobre todo adaptado a tu cuero cabelludo. Para esta profesional la prioridad debe colocarse en la elección del cosmético. El champú debe escogerse en función del tipo de cuero cabelludo y no de la melena.
Los cueros cabelludos grasos van a precisar una frecuencia de lavado mayor que los secos ya que son más fáciles de ensuciarse y requieren un champú que pueda controlar el exceso de sebo. Por su parte los secos, necesitarán un champú que hidrate y aporte confort.
¿Qué ingredientes debe llevar un buen champú?
Y es que la elección del producto correcto que se adapte a las necesidades individuales es el pilar básico para que el lavado sea todo lo eficaz que necesitamos.
Para un uso diario, necesitaremos un champú libre de sulfatos o detergentes químicos y con ingredientes activos potentes respetuosos con nuestro cuero cabelludo. Si puede ser, que contengan un acondicionador que lo deje suave y con activos antioxidantes que protejan la fibra capilar en húmedo como lipoproteínas o péptidos que son muy afines a la queratina del cabello.
Procurar que tenga unos tensioactivos suaves, para limpiar sin que agreda al cuero cabelludo y sobre todo que no contenga siliconas ya que son estas, las que provocan que el pelo aguante menos tiempo limpio pues son un imán para la grasa y la contaminación.
También ejercen un efecto oclusivo que impide que el cabello esté oxigenado y que los tratamientos que añadimos posteriormente al lavado no penetren como es debido.
Sin duda el mejor champú es el que mejor se adapte a uno. Un producto inadecuado nos generará irritación del cuero cabelludo que puede debilitar el cabello y provocar su caída. Para evitar irritaciones escogeremos champús sin sulfatos, con un PH equilibrado con el de nuestro cabello e ingredientes que aporten soltura, brillo y cuerpo.
Vivimos en la era de los champús sin sulfatos, que respetan nuestro cuerpo pero no superamos la sensación de que un chanpú no haga espuma. Si no la hace nos asalta la duda de si lo estará haciendo bien. Sin embargo cuando los productos tienen una base suave, que no agrede a nuestro cuero cabelludo, no generan mucha espuma.
¿Cuánta frecuencia es buena para lavarse el pelo?
Aunque es difícil poner de acuerdo a expertos dermatólogos y estilistas en cuanto a la frecuencia ideal para lavarse el pelo. Lo cierto es que todos coinciden en que no existe una regla universal para determinar la frecuencia de lavado ya que cada persona tiene una combinación única de glándulas sebáces en el cuero cabelludo.
Si hay situaciones en las que conviene hacerlo, como por ejemplo cuando venimos del gimnasio, porque al igual que el resto de la piel, el cuero cabelludo también transpira y este sudor al acumularse en el cabello hace que parezca graso. Además de esto, el sudor liberado contiene toxinas que se acumulan en nuestro cabello.
En estos casos es muy importante no usar un producto antiseborreico porque sería demasiado astringente. En su lugar deberíamos optar por un producto voluminizador o bien productos que no requieran aclarado para aguantar hasta el momento en que nuestra melena pida lavado.
Frecuencia de lavado en verano
En el verano, con la temporada de playa y piscina en su punto álgido, vamos a necesitar cuidados extra tras los baños. Es muy importante eliminar los restos de salitre y cloro que deshidratan el cabello. Sobre todo en el caso del salitre, que es un agente muy agresor y precisa de un champú específico que hidrate y elimine los restos de sal para evitar la deshidratación del cabello e irritaciones en el cuero cabelludo.
Otra opción para proteger tu melena de los agentes químicos de la piscina es uno de estos gorros para piscinas para pelo largo. Que protegen tu pelo de estos agentes mientras lo mantienen seco y a salvo.
Conclusión
Una vez que sabemos cual es nuestra frecuencia de lavado, lo más importante es saber hacerlo bien. Para ello, lo mejor es buscar un producto que se adapte bien a nuestras características capilares y después utilizar la cantidad adecuada.
Para aplicarlo, echaremos una pequeña cantidad en la palma de la mano, frotaremos con la otra hasta emulsionar bien y aplicaremos en el cuero cabelludo mediante un masaje con las yemas de los dedos, sin friccionar. A la hora de aclarar, siempre con agua lo más fría posible.
Por supuesto, nada es completamente rígido, cada persona, debe adaptar sus prácticas de cuidado capilar a su gusto y necesidad. Consulta a tu estilista de confianza cuando quieras saber cual es la frecuencia correcta para tí y disfruta de tu melena tanto como quieras.